lunes, 13 de marzo de 2017

Hoy en día, la comunicación está considerada uno de los objetos de estudio, disciplina y fenómeno sociocultural más recurrente y diverso dentro de las nuevas fronteras y paradigmas del conocimiento. Casi se podría señalar que ningún quehacer humano y ninguna disciplina científica y social se escapa de una relación directa o indirecta con la comunicación. Los nuevos procesos de infocomunicación que se suceden en todas las esferas sociales han devenido soporte cultural y tecnológico del quehacer de la sociedad contemporánea mundial, y en tal condición ameritan que docentes, investigadores y estudiantes de las facultades de comunicación e información los estudien.

Uno de los problemas que aquejan actualmente a la comunicación humana deriva del paso que se está dando desde el uso autoritario, vertical, enmudecedor y anticomunitario que hacían de ella quienes tenían el poder y el dominio, hacia una comunicación humana mediada por la tecnología, abierta y disponible para quienes tienen acceso a las herramientas que ofrecen las redes sociales y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Se puede decir que la información está actualmente en manos de todos y que, gracias a las redes sociales y a las TIC, toma mayor relevancia la inmediatez y presencialidad en el lugar de los hechos.
Los medios de comunicación existentes en la sociedad actual no funcionan de manera independiente, sino que conforman un sistema único cuyos componentes operan de forma armónica y sincrónica, puesto que están dirigidos al mismo auditorio y cumplen funciones que no son opuestas, sino paralelas y complementarias. Es un hecho que en la época moderna todas las formas de comunicación están relacionadas unas con otras y se influyen mutuamente. Corolario de ello es que un mensaje, para imponerse al receptor, necesita producir en él cierto efecto de redundancia que la persona no debe llegar a percibir conscientemente.